viernes, 23 de octubre de 2009

Homenaje a la sartén. Primera entrega. Por Mª José Aracampos

Hoy,23 de Octubre del 2009,  queremos rendir un merecido homenaje a un objeto tan cotidiano como querido, totalmente adaptado a nuestras vidas y a nuestros tiempos modernos. Ha crecido, ha evolucionado junto al hombre, en lo bueno y en lo malo, hasta que la muerte nos separe. Como no podía ser de otra manera nos referimos a la sartén, a la sartén de mango plastificado, a la sartén sin mango, a la sartén higiénica... a todas y cada una de ellas.

Nuestra reportera María José Aracampos ha sido la encargada de coordinar, de organizar y de llevar a cabo este reportaje, este homenaje.
“Hola, que hay. Soy María José y aparte de presentarme, hola de nuevo, quiero decir que soy una seguidora acérrima de las sartenes. Hace ya seis meses presenté un proyecto ante la dirección del periódico, un proyecto que honraba la trayectoria de las sartenes a lo largo de la historia, algo tan inédito como necesario en este país. Gracias a Dios, se me dio luz verde y aquí, en estas líneas, presento dicho documento que, adelanto, constará de varias entregas. He aquí el primero. Espero que lo disfruten tanto como yo”

El origen de la sartén se remonta a la prehistoria. Todo empezó cuando el troglodita, el cavernícola, echó en falta algo en su cocina. Algo con lo que freír los huevos que afanaba, algo con lo que hacer el filete, algo. El jefe de la comunidad afincada en una ladera de la cordillera cantábrica convocó una junta extraordinaria para, entre todos, inventar la sartén. Pudimos contactar con el y esto fue lo que nos contó: “Hola, me llamo Marcos y soy, fui, el jefe de la tribu de los salvajes, de los bárbaros que inventaron la sartén. Yo, como jefe en funciones, vi, noté la necesidad en los ojos de mi gente, una necesidad que solo podía ser cubierta con un objeto freidor y pensé para mis adentros; coño Marcos, la sartén, compadre, la sartén, mientras me golpeaba duramente el cráneo con la estaca patriarcal. Y realmente así es como surgió la idea.”

A partir del día siguiente a la reunión, el jefe Marcos puso en funcionamiento la primera fábrica de sartenes de la historia, dando empleo a siete personas de su tribu consiguiendo una producción semanal de dos sartenes. “Era motivador, emocionante. Nunca pensé que llegaría a ser artífice de un invento tan fascinante” Señaló poéticamente uno de los operarios.

La vida en la ladera dio un vuelco de 360º y nadie notó la diferencia, hasta que Marcos, el jefe, se percató de que el ángulo correcto de rotación no era ese, sino 180º. “ciento ochenta, compadre, ciento ochenta” abroncó al matemático del clan mientras le golpeaba el cráneo con la estaca patriarcal.”Se me hinchó la cabeza” afirmó seguidamente el erudito.

Una vez efectuada la rotación adecuada, la sartén cobró el protagonismo esperado, siendo el producto estrella en todas las cocinas de la comarca. Las arcas de Marcos también se vieron gratamente favorecidas, tras iniciar una ruta comercial que logró poner una sartén en cada cueva.

Leer 2ª parte

2 comentarios:

  1. muchas gracias por esa informacion

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  2. Me ayudo loa informacion, podrian subir una del serten electrico

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