Mobbing en la huerta

Un calabacín asegura ante nuestros reporteros sufrir acoso en la huerta donde se encuentra plantado.

“Me siento discriminado, me dejan de lado porque soy mejor que ellos. Los tomates me miran mal, las cebollas me zancadillean al pasar, las acelgas me tiran de la coletilla…yo llevo coletilla, ¿sabes?... se lleva ahora…por no hablar de los pimientos, que mala idea tienen. Son los peores. Me tiran ajos, me pegan cates con los puerros, me meten el dedo en el ojo…” afirmó entre lágrimas.

Por su parte, Isma el calabacín puso en conocimiento de las autoridades el supuesto caso de acoso laboral que sufre y está a la espera del juicio donde se sentará como acusación particular.

El jefe de policía local no tiene claro si el acoso es real o inventado. “Es la primera vez que alguien se queja del comportamiento de los pimientos, es cuanto menos sorprendente. El pimiento como tal, siempre ha sido un pueblo pacífico y trabajador, como el que más, por ese motivo desde la jefatura desconfiamos de dichas acusaciones hasta que no tengamos pruebas concluyentes que dejen en evidencia su maldad, su malicia.”

Tras las investigaciones llevadas a cabo por nuestro equipo hemos podido escuchar testimonios que nos hacen dudar de la veracidad de dicha acusación. Antonio García Melocotón, el hortelano propietario de las hortalizas no ve nada claro el asunto del acoso.”No, no creo que mis pimientos sean capaces de tal acción. Yo los he criado, les he dado la mejor educación y, personalmente, creo que jamás serían capaces de semejante atrocidad, por el amor de Dios.”

Mientras tanto Ismael prosigue en su lucha contra la huerta, incluyendo en la acusación a Asunción, la mujer de Antonio. “Me acusa de intento de homicidio porque un día me se olvidó regarlo”, afirmó la señora mientras sacudía la alfombra con una fuerza descomunal, provocando vientos superiores a los 90 km/h. No se registraron daños personales ni materiales en la zona.