jueves, 14 de octubre de 2010

Un aroma del sur...

En ocasiones hago garabatos... Y otras en ocasiones, no hago ná...

miércoles, 13 de octubre de 2010

Casualidades de la vida

Casualidades. ¿A quién no le ha cambiado la vida de repente? El joven Patricio, a sus 43 años recién cumplidos puede presumir de haber encontrado la felicidad tras perderla en un momento fatal, lastimoso. Un despiste que pudo costarle muy caro.

“No sé, me encontraba caminando, como todos los días, por las calles adyacentes a mi casa y todo pasó muy rápido, sobre todo los coches… van como locos. Me despisté un momento y cuando me quise dar cuenta… ¡ahí va! Que no sé donde estoy”. Efectivamente, Patricio se había perdido. No se encontraba a sí mismo.

Sabía que andaba cerca de sus dominios, de sus calles conocidas, pero también sabía que un mal paso podría costarle alejarse de ellas y por lo tanto de su vida, de su hogar. Todo iba mal, la angustia se apoderaba de él y él se apoderaba de lo ajeno. Hurtaba. “Lo comido por lo servido. Apoderamos todos o la puta al río”, manifestó posteriormente, sacando a la mujer del agua.