viernes, 26 de marzo de 2010

Delincuente detenido tras 7 años de investigación

Los agentes de la brigada antirrobo detuvieron anteayer a un ladrón de charcuterías, tras de siete años de búsqueda interrumpida por vacaciones y festivos. El inculpado entraba en los establecimientos haciéndose pasar por otras personas, llevándose consigo un mínimo de 200 gramos de embutido, bien fuera de un tipo o bien fuera de varios tipos.

Una caracterización y una interpretación perfectas, de tailandés bailante, junto a una tranquilidad que solo la experiencia puede dar, no sirvieron a este veterano delincuente para escapar de la redes de la justicia.

El robalonchas, como era conocido por los agentes, acudió a trabajar, a ganarse el sustento a lomos de su fiel mountain bike, sin imaginarse que ese sería el último golpe en mucho tiempo, tanto para el como para su acompañante.


Como era costumbre, se acercó al lugar con buena cadencia de pedaleo, sin desgastarse demasiado, suave, guardando fuerzas para la huida. Una vez aparcada y amarrada la bicicleta a la farola mas cercana, se despojó del casco y se dirigió con semblante serio hacia la puerta del establecimiento, en el cual Fátima, la dependienta, se encontraba cortando jamón de york en finas lonchas para, como es lógico, comérselo. El hombre, codo en mostrador, le pidió a la joven un café con leche y un croissant del día mientras se caía al suelo merced a un resbalón, a una pisada mal ejecutada. “Oh cielos, que golpe mas duro sufrieron mis costillas!” fueron las palabras del maltrecho delincuente un instante después de sufrir el accidente. La dependienta se aturdió unos segundos al escuchar semejante lamento, tiempo suficiente para que el ladrón se hiciese con 250 gramos de lomo embuchado y lo guardase en su bolsa de deporte, justo al lado de los calcetines tobilleros, audaces guardianes del botín.

Fue la discusión con una paloma mensajera que circulaba por la zona lo que cavó su tumba profesional, lo que tiró por la borda toda una vida dedicada al hurto de embutido en loncha.

Tras ser preguntado por el motivo del enfrentamiento, el detenido no quiso responder a ninguno de los miembros de la prensa que se personaron en el lugar de los hechos alegando estar muy cerca de alcanzar el nirvana, momento en el cual prefería no ser molestado. El respeto se hizo dueño de la situación.

Por su parte, el animal si dio explicaciones acerca de la riña, de la pelea. “Iba yo a bordo de mi automóvil y claro, cuando un semáforo se pone en rojo una se debe detener. Yo lo hice, I dit it. Momentos después, un individuo bailante se acercó meneándose, con un vaivén gracioso y me pidió por favor que bajase la ventanilla, a lo que respondí que ya estaba bajada. Me increpó.”

Y así fue, una simple ventana bajada fue el detonante de una de las discusiones con las consecuencias más trágicas de la última década, dejando a una institución del robo de productos alimenticios fuera de combate. Duro golpe para el y para su familia.

1 comentario:

  1. xD ahi! echandole imaginacion!


    Ojala todos los problemas y cosas feas que pasan fueran asi..ainss


    besuu

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