lunes, 14 de febrero de 2011

Posible huelga puede acabar con el verano

El calor ha comunicado su intención de ir a la huelga debido al bajo sueldo que percibe. Esta noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre todos los futuros veraneantes.

Los máximos mandatarios no se explican la actitud tomada por el calor y la tachan de bochornosa. “No quiero lujos, solo quiero una barquita chiquitita y un sueldo digno con el que pagar mi alquiler y sacar adelante a mis ‘calorcicos’ ” señaló el afectado.

Tras estas declaraciones, una resplandeciente idea sobrevoló las mentes de los dirigentes llevándoles a publicar una oferta de trabajo en internet con el siguiente mensaje: “Se busca calor para meses de verano“. Hasta el momento, para cubrir dicha vacante, se han presentado cientos de mantas, edredones ,estufas - tanto de gas como eléctricas- y alguna que otra mujer de vida alegre. Por el momento no ha habido pronunciamiento oficial al respecto, con lo cual, a día de hoy, el calor del verano sigue en el aire. El ejército se prepara para intervenir e intentar cumplir con los servicios mínimos en los meses estivales en caso de no encontrar un candidato óptimo.

“Yo no me voy a bajar del burro” afirmó el calor… “le he cogido cariño”, matizó, acariciando el lomo del animal con una suavidad excelente, casi óptima.

Como era de esperar, esto ha llegado a oídos del frío, quien estudia seriamente tomar las mismas medidas que su colega y dejar al invierno sin frío. Ni calor en verano ni frio en invierno. El país se quedaría sin temperatura.

Esta cadena de despropósitos puede acarrear lo que se llama “la caída del termómetro”, ya que al no existir dicha temperatura, el 99% de los termómetros en activo se verían en el paro en cuestión de meses. El 1% restante se recolocaría en otros sectores.

Haciendo balance general, expertos en meteorología aplicada a la sociedad, nos alertan de que esta posible huelga dejaría un caos sin precedentes durante los meses de Julio y Agosto. Se prevén carreteras sin atascos, lo cual llevaría al desconcierto del viajante que circularía en círculos en busca de la retención hasta caer en la rutina y no poder salir de ella. Por otra parte, el sector hostelero de la costa tendría que trasladarse –costa incluida- al interior del país, con el consiguiente empequeñecimiento en cuanto a territorio que esto conlleva. Por ejemplo, la costa del Sol pasaría a llamarse la costa de Aranjuez. Se reduciría el tamaño de la península en un mucho porciento, algo nunca visto en el país.

Una de las pocas personas que saldría beneficiada de esta catástrofe sería el cantante Raphael, ya que la canción más escuchada y tarareada pasaría a ser: “Escándalo, es un escándalo…”

He ahí la importancia del calor.


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