Oleada de robos en ScreenTown

Dos millones de calcetines desaparecieron durante los últimos cuatro días en la ciudad fronteriza de ScreenTown. Todo apunta a una banda organizada que se especializa en robos de ropa interior y que, tras unos años sin actuar, parece que han vuelto al mundo del crimen.

El delegado del Gobierno en ScreenTown, ha indicado que se trata de un rebrote de este tipo de robos, coincidiendo con el décimo aniversario de la muerte de Pete “Sock” Morris, el mayor ladrón de calcetines que ha pisado los Estados Unidos de América. “Tenemos constancia de que Pete Morris sustrajo una cantidad aproximada de veintiséis millones de prendas, entre calcetines y medias, a lo largo de su vida. Poseemos una serie de documentos que nos hacen sospechar que fue enterrado al mas puro estilo faraónico junto a gran parte de su botín, en algún recóndito e inaccesible rincón de las Rocosas.”

Numerosos habitantes de esta agitada región se están viendo privados de su derecho a llevar calcetines, a la comodidad que estos ofrecen, a la simpatía que muestran, al buen humor que derrocha este tipo de prenda.

Muchas son las fábricas textiles que a causa de esta avalancha de robos se están viendo obligadas a detener la producción, de forma que los ladrones no tengan más material que sustraer. Como medida complementaria, las autoridades han prohibido la importación de calcetines con el fin de dejar la ciudad con los pies al aire y así propiciar la retirada de la banda hacia otro lugar donde continuar su cometido.

Entre tanto, los productores de mermelada están haciendo su particular agosto, aprovechando el estancamiento del sector del calcetín, están viendo como sus ventas se elevan por encima del 45%. Bajo el slogan “A falta de calcetines, buenas son confituras” están llevando a cabo una campaña publicitaria de la cual nos habla su creador. “Históricamente siempre ha sido así, cuando se carece de un producto, el mundo se lanza hacia otro. No ha sido difícil encauzar la idea de la que partíamos para elaborar esta campaña. Personalmente adoro el mundo de la confitura y todos los misterios que encierra, por lo tanto me he sentido muy a gusto trabajando en ello.”

A día de hoy el 90% de las personas en edad de merecer tienen, poseen uno, dos, incluso tres botes de confitura, a los cuales miman con el mismo cariño que a sus perdidos, pero no olvidados, calcetines.

Esperemos que no se alargue durante muchos mas días esta oleada de robos y los habitantes de esta localidad puedan volver a disfrutar de ese tacto suave envolviendo sus pies.